
¿Te gustaría empezar a ahorrar en carburante? Tenemos una buena noticia que darte: conseguirlo es mucho más fácil de lo que piensas. Basta con seguir unas sencillas pautas a la hora de ponerte al volante de tu BMW o MINI a partir de ahora. Verás como teniendo en cuenta nuestros consejos y recomendaciones, notarás el cambio. ¡Y tu bolsillo y el medio ambiente lo notarán contigo!
¿Cuáles son los mejores trucos para ahorrar combustible conduciendo un BMW y MINI?
Ahorrar en gasolina o gasoil no es un imposible. Si tu vehículo no dispone de un motor de bajo consumo ni de las últimas tecnologías en inyección, economizar a la hora de conducir (y hacer que la gasolina o el diésel no vuele del depósito como por arte de magia) también es factible. De hecho, si nos lo proponemos, resultará sencillo conseguirlo simplemente aplicando una serie de trucos a nuestra conducción.
A continuación, te desvelamos algunos de los consejos más útiles a seguir para ahorrar combustible a bordo de tu BMW o MINI. ¡No olvides tomar nota!

Planifica bien tu viaje
Llevar el viaje bien planificado en cuanto a rutas, paradas, etc., te permitirá llegar a tu destino de la forma más rápida y segura, ahorrando al mismo tiempo en carburante. Y es que cualquier desvío o imprevisto (incluso de 10 minutos) puede causar un incremento considerable en el consumo de tu vehículo.
Contar con un buen navegador puede serte de gran ayuda. Si no, siempre puedes agenciarte un mapa de carreteras de los de toda la vida.
Usa el calzado apropiado
Llevar tacones o calzado con suela demasiado gruesa mientras conducimos puede provocar que perdamos sensibilidad con respecto a los pedales, generando que pisemos más el acelerador y, en consecuencia, gastemos más combustible del que deberíamos.
Olvídate de los nervios
A la hora de salir de viaje, lo mejor es dejar los nervios en casa, ya que cualquier tipo de nerviosismo o crispación al volante hará que efectuemos maniobras más bruscas, aumentando así el consumo y haciendo el trayecto menos seguro. Por supuesto, sobra decir que hay que evitar el mal humor y las rivalidades con otros conductores.

Comprueba la presión de los neumáticos
Es de vital importancia comprobar que los neumáticos cuentan con la presión indicada por el fabricante. No hacerlo, no solo reduce el rendimiento del combustible, sino que disminuye nuestra seguridad a bordo.

Carga solo lo necesario
Intenta llevar únicamente lo que necesitas, distribuyendo siempre de forma organizada el reparto de la carga. Mientras más kilos de carga lleves a bordo, más se disparará el consumo de carburante.
Para evitar excesos en el volumen de carga, nunca viene mal hacer una planificación detallada del viaje y de lo que vas a necesitar en el transcurso de tu estancia fuera o durante el desplazamiento.
No mantengas el motor inactivo
Si prevés que el vehículo va a estar parado durante un tiempo, lo ideal es apagar el motor. Mantenerlo al ralentí es bastante menos recomendable, ya que gasta mucho más combustible.
Arranca con suavidad
Arranca con suavidad sin pisar el pedal del acelerador, pon la primera marcha y cámbiala a segunda cuando hayas recorrido entre 6 y 10 metros. Mantén una velocidad suave al principio y evita acelerar de manera brusca.

Mantén la velocidad uniforme
Mantener la velocidad lo más uniforme posible también te ayudará a ahorrar gasolina o gasoil. Evitar frenadas y aceleraciones, así como cambios de marcha innecesarios, es primordial. También es recomendable desacelerar el vehículo levantando el pie del acelerador antes que frenar al aproximarte, por ejemplo, a un semáforo; por último, frenar suavemente y dejar la reducción de marcha para el final.

Usa adecuadamente el aire acondicionado
Debemos procurar poner en marcha el aire acondicionado únicamente cuando sea necesario. En ciudad, siempre es mejor abrir las ventanillas si la temperatura lo permite. En carretera, en cambio, con más velocidad, es menos aconsejable, pues aumenta la resistencia y por tanto el consumo. Aparcar a la sombra también puede ser útil para no forzar tanto el aire, así como para evitar que el combustible se evapore al estar expuesto el vehículo al sol durante un periodo prolongado de tiempo.
Aprovecha las bajadas y subidas
Con la inercia, el vehículo puede rodar solo sin necesidad de pisar el acelerador, lo que nos permite disminuir el consumo; mientras, podemos aprovechar para ir bajando de marchas. En las subidas, en cambio, es preferible retrasar la bajada de marcha; lo ideal es apurar las marchas antes de reducirlas mientras se presiona con fuerza el acelerador. Eso sí: sin pisar nunca a fondo.
Usa el frenado motor
Como ya apuntábamos con anterioridad, dejar de pisar el acelerador en lugar de frenar ayuda a ahorrar carburante, ya que de esta forma el suministro se parará inmediatamente. Para poder poner esto en práctica, es fundamental guardar una distancia de seguridad adecuada, además de una visibilidad óptima. Ello te permitirá contar con un margen de maniobra más amplio y cierta capacidad de anticipación que te serán muy útiles para conducir con mayor seguridad y para ahorrar al mismo tiempo.

Aparca en el primer sitio libre
Estacionar en el primer hueco que veas, incluso aunque esté algo retirado de tu destino, te evitará dar vueltas y vueltas más adelante en caso de no haber aparcamiento. No hace falta que te expliquemos la cantidad de combustible que desperdiciamos cada vez que damos vueltas buscando dónde aparcar.